lunes, 25 de enero de 2010

KANT: CONTEXTUALIZACION



El pensamiento del autor en el conjunto de su obra


Se suele dividir la obra de Kant en dos períodos: el precrítico y el crítico. El primero de ellos abarcaría toda la actividad filosófica kantiana hasta la "Disertación" de 1770, que se considera como el punto de partida del llamado "período crítico", a lo largo del cual Kant desarrollará su propia filosofía. El segundo período coincide con su nombramiento como catedrático de Lógica y Metafísica. 

Algunos estudiosos de Kant distinguen dos fases en el periodo precrítico: la primera en la que predominaría el interés por la física y las ciencias en general; la segunda coincidiendo con su actividad como Privatdozent (profesor auxiliar) en la Universidad de Königsberg, dominada por preocupaciones metafísicas.

Kant de formación racionalista se interesó muy pronto por cuestiones científicas. La mecánica de Newton era en ese momento el modelo de teoría científica, tanto por su contenido como por su método. Kant trató de buscar su fundamento en los primeros principios metafísicos. Aunque la tarea presentaba grandes dificultades, hasta que no entró en contacto con el pensamiento de Hume, Kant no despertó de lo que él llama su sueño dogmático.

Entonces inicia una filosofía crítica o trascendental para averiguar en qué se basa la ciencia, y si la metafísica puede convertirse en ciencia. Supera de este modo el racionalismo y el empirismo. Kant acusa a Hume de haberse quedado corto en su examen crítico de la metafísica. Además Hume redujo la conexión causa-efecto a un simple hábito psicológico, y por lo tanto a una necesidad subjetiva.
 Con lo cual no sólo la metafísica es imposible, sino que incluso las leyes newtonianas se convierten en leyes sólo probables. En su análisis Kant no se sitúa en el punto de vista psicológico, no analiza el funcionamiento de nuestra mente al conocer, que es la posición empirista, sino que adopta un punto de vista que el llama trascendental, analiza el conocimiento para descubrir las condiciones a priori que lo hacen posible.


Kant explica el cambio que supone su filosofía en la concepción del conocimiento basándose en una analogía con la revolución copernicana. En astronomía, Copérnico comprendió que no se podía entender el movimiento de los objetos celestes si la Tierra está en el centro del Universo, para entender el movimiento de los objetos celestes era necesario suponer que es la Tierra la que gira a alrededor del Sol.

Kant considerará que en filosofía es precisa una revolución semejante a la copernicana. La filosofía anterior a Kant suponía que en el conocimiento el sujeto que conoce es pasivo, que el objeto conocido provoca en él una representación. Kant propone que el Sujeto es activo. El sujeto no se limita a reflejar la realidad. nosotros no nos sometemos a las cosas, las cosas son las que se deben someter a nosotros: los objetos deben someterse a la estructura de nuestro conocimiento: el espacio y el tiempo, y las categorías (conceptos a priori) que nos permiten pensar.

Los racionalistas y los empiristas concebían una sola fuente de conocimiento. Para Kant el conocimiento es el resultado de dos facultades: por la sensibilidad recibimos los objetos, por el entendimiento los pensamos.

Las intuiciones sensibles, si no son pensadas con un concepto, no nos ofrecerían conocimiento alguno: equivaldrían a un torrente de sensaciones. Los conceptos, por su parte, si no se remiten a una intuición sensible, nos ofrecerían un conocimiento vacío de contenidos. "Las intuiciones, sin conceptos, son ciegas; los conceptos, sin intuiciones, son vacíos".

Kant propone una ética formal. Todos los sistemas éticos anteriores habían partido de que el bien determinaba la moralidad, el deber ser. Sin embargo, del mismo modo que el conocimiento teórico no está determinado por el objeto, sino que se encuentra determinado por las condiciones a priori de la sensibilidad y del entendimiento, el conocimiento moral tampoco estará determinado por el objeto. Aunque la ética se refiere al ser humano, no puede fundarse ni en la naturaleza humana ni en las circunstancias humanas, sino que ha de ser a priori. Las leyes de la moralidad deben tener un carácter universal y necesario. Las éticas materiales proponen distintos bienes para alcanzar la felicidad, lo que pone de manifiesto su falta de universalidad. Al estar basadas en la experiencia carecen de la necesidad de la que deben gozar las leyes morales.


El pensamiento del autor en la historia de la filosofía y/o en su época.

Kant es un filósofo ilustrado. Es habitual considerar la Ilustración como una etapa cultural, sociológica y política que se desarrolla entre dos revoluciones. Se abre con la revolución gloriosa inglesa de 1688-1689 y se cierra con la revolución francesa de 1789.

Kant dice que la Ilustración intenta liberar al hombre de su “culpable incapacidad”: incapacidad por no ser capaz de darse a sí mismo sus propias leyes y normas de conducta, y culpable porque este defecto no se basa en una dificultad que dependa de la naturaleza, como ocurre en el caso de los niños, sino del temor, la cobardía y la falta de decisión. La naturaleza ha dado a todo hombre el instrumento adecuado para que sea dueño de sí mismo y no necesite el control o la tutoría de nadie: la razón. La Ilustración es el paso a la mayoría de edad y se resume en el lema “atrévete a pensar”. Atreverse a pensar sobre la base de la experiencia y de la propia razón.

El siglo de las luces se caracteriza por la conciencia de que la razón y la ciencia iluminan por fin al hombre. Es un movimiento que tiene su origen en Inglaterra, y que se difunde por toda Europa gracias a los franceses. El ilustrado pertenece a la élite intelectual, se caracteriza por su inconformismo y crítica de la situación presente. Es preciso examinarlo todo sin excepción.

La ilustración en Alemania se caracteriza por carecer de crítica social y política como en Francia, de hecho la fomenta la misma monarquía. Se centra en la universidad, estudia problemas lógicos y metafísicos, es conservadora y poco popular.

Ataca todo forma de superstición o fanatismo, y también cualquier tipo de opresión. Todo dogma debe ser destruido, la razón no debe encontrar más que sus propios límites. Cree en el progreso de la humanidad, gracias al desarrollo de la razón. A pesar de su carácter burgués, piensan que la cultura debe llegar a todos, por eso se interesan por la pedagogía y son claros. Pese a ello su penetración en las clases populares fue escasa. La penetración en la burguesía, la aristocracia, incluidos los monarcas, y parte del clero, fue extraordinaria.

Esta es una época tranquila desde el punto de vista religioso, no hay polémicas, ni guerras, ni persecuciones religiosas. El papado pierde influencia, y la tolerancia gana terreno. La mayoría de los ilustrados pensaban que era irracional concebir el mundo sin Dios. También se consideraba razonable creer en la inmortalidad del alma. Pensaban que se debían eliminar del cristianismo todos los dogmas irracionales que se habían añadido a la sencilla predicación de Jesús a lo largo de la historia de la Iglesia. Algunos adoptaron una postura deista, que consiste en afirmar que Dios había creado el mundo, pero no interviene en la historia. Dios es un ser superior que sólo se da a conocer a la humanidad a través de la naturaleza y sus leyes. Algunos adoptaron una postura materialista consecuente y se declararon ateos.

Los científicos creen que ya es posible prescindir de Dios para explicar el mundo. Laplace explica el origen del sistema solar a partir de una nebulosa. La ciencia ilustrada proclama la autonomía del mundo respecto a Dios, del mismo modo que proclama la autonomía de la razón.

El pensamiento de Kant estuvo influido por la metafísica de Wolff, que dominó la escena filosófica alemana durante la 1ª mitad del siglo XVIII. Estaba inspirada en Leibniz y era un racionalismo extremo. La filosofía era concebida como una ciencia deductiva que sigue el método geométrico. Se puede demostrar todo a partir de unos primeros principios. El papel otorgado a la experiencia sensible es nulo.

Al entrar en contacto con el pensamiento de Hume, Kant despertó de lo que él llama su sueño dogmático. El Empirismo es una corriente filosófica contrapuesta al racionalismo. Mientras que este toma como modelo a la ciencia moderna en su aspecto matemático, el empirismo recoge otro aspecto: la importancia de la experiencia.

El origen del conocimiento es la experiencia, la mente es como un papel en blanco. El empirismo niega la existencia de ideas innatas, nuestra mente está vacía de contenido antes de recibir información de los sentidos. El conocimiento humano es limitado. El racionalismo considera que con el método adecuado se puede llegar a conocerlo todo. El racionalismo aspira a alcanzar la verdad absoluta. Los empiristas consideran que no podemos ir más allá de la experiencia, este es el límite del conocimiento.

El pensamiento kantiano es fundamental en la filosofía contemporánea, puesto que permitió superar el debate entre el empirismo y el racionalismo. Fichte, Schelling, Hegel y Schopenhauer se vieron a sí mismos expandiendo y complementando el sistema kantiano.





CONTEXTUALIZACIÓN  ANTIGUA

La metafísica de Wolff dominó la escena filosófica alemana durante la 1ª mitad del siglo XVIII, estaba inspirada en Leibniz y era un racionalismo extremo. La filosofía era concebida como una ciencia deductiva que sigue el método geométrico. Se puede demostrar todo a partir de unos primeros principios. El papel otorgado a la experiencia sensible es nulo. 

Kant se interesó muy pronto por cuestiones científicas, la mecánica de Newton era en ese momento el modelo de teoría científica, tanto por su contenido como por su método. Kant trató de buscar su fundamento en los primeros principios  metafísicos. Aunque la tarea presentaba grandes dificultades, hasta que no entró en contacto con el pensamiento de Hume, Kant no despertó de lo que el llama su sueño dogmático.
 
Entonces inicia una filosofía crítica o trascendental para averiguar en qué se basa la ciencia, y si la metafísica puede convertirse en  ciencia. Supera de este modo el racionalismo y el empirismo. Kant acusa a Hume de haberse quedado corto en su examen crítico de la metafísica. Además Hume redujo la conexión causa-efecto a un simple hábito psicológico, y por lo tanto a una necesidad subjetiva. Con lo cual no sólo la metafísica es imposible, sino que incluso las leyes newtonianas se convierten en leyes sólo probables. En su análisis Kant no se sitúa en el punto de vista psicológico, no analiza el funcionamiento de nuestra mente al conocer, que es la posición empirista, sino que adopta un punto de vista que el llama trascendental, analiza el conocimiento para descubrir las condiciones a priori que lo hacen posible.
 
Examinaremos la posición de Hume sobre las matemáticas, la física y la metafísica.
Las matemáticas versan sobre relaciones de ideas, y por lo tanto permiten realizar razonamientos demostrativos absolutamente seguros y ciertos a priori. Hume parte de una concepción psicologista, las verdades matemáticas no son de carácter lógico, en esto se aparta de la concepción actual.
La física versa sobre hechos que reduce a leyes. Su finalidad es enseñarnos a controlar los acontecimientos futuros conociendo sus causas. La física debe abstenerse de hablar de las fuerzas de la naturaleza, y cuando habla de causas físicas debemos ser conscientes de que hablamos únicamente de acontecimientos habitualmente conjuntados en el pasado,(nada sabemos del futuro), que han adquirido conexión en nuestro pensamiento. Por más que observemos la naturaleza sólo encontraremos que un suceso sigue a otro, sin que seamos capaces de comprender el poder que permite que actúe la causa o la conexión entre ella y su supuesto efecto. 
 
Hume rechaza frontalmente la metafísica. Si conocemos nuestras percepciones y no las cosas directamente, nada nos asegura racionalmente la existencia de un mundo exterior. Todas nuestras ideas no son sino copias de nuestras impresiones, no podemos pensar algo que no haya estado antes en nuestros sentidos, (negación de las ideas innatas). Cuando una idea no puede derivarse de una impresión, se concluye que carece de significado. Este escepticismo absoluto es muy poco práctico, y además la viveza de las impresiones nos convence de la existencia del mundo exterior. Un escepticismo moderado tiene una doble ventaja, nos cura del dogmatismo de los metafísicos, y al reconocer las limitaciones de nuestro entendimiento, nos impide abordar cuestiones de difícil comprensión, como el problema de la sustancia corporal o espiritual, o el del sujeto de la actividad mental. 
 
Kant es un filósofo ilustrado. Es habitual considerar la Ilustración como una etapa cultural, sociológica y política que se desarrolla entre dos revoluciones. Se abre con la revolución gloriosa inglesa del 1688-1689 y se cierra con la revolución francesa de 1789.

Kant dice que la Ilustración intenta liberar al hombre de su “culpable incapacidad”: incapacidad por no ser capaz de darse a sí mismo sus propias leyes y normas de conducta, y culpable porque este defecto no se basa en una dificultad que dependa de la naturaleza, como ocurre en el caso de los niños, sino del temor, la cobardía y la falta de decisión. La naturaleza ha dado a todo hombre el instrumento adecuado para que sea dueño de sí mismo y no necesite el control o la tutoría de nadie: la razón. La Ilustración es el paso a la mayoría de edad y se resume en el lema “atrévete a pensar”. Atreverse a pensar sobre la base de la experiencia y de la propia razón.

El siglo de las luces se caracteriza por la conciencia de que la razón y la ciencia iluminan por fin al hombre. Es un movimiento que tiene su origen en Inglaterra, y que se difunde por toda Europa gracias a los franceses. El ilustrado pertenece a la élite intelectual, se caracteriza por su inconformismo y crítica de la situación presente. Es preciso examinarlo todo sin excepción. La ilustración en Alemania se caracteriza por carecer de crítica social y política como en Francia, de hecho la fomenta la misma monarquía. Se centra en la universidad, estudia problemas lógicos y metafísicos, es conservadora y poco popular.
 
Ataca todo forma de superstición o fanatismo, y también cualquier tipo de opresión. Todo dogma debe ser destruido, la razón no debe encontrar más que sus propios límites. Cree en el progreso de la humanidad, gracias al desarrollo de la razón. A pesar de su carácter burgués, piensan que la cultura debe llegar a todos, por eso se interesan por la pedagogía y son claros. Pese a ello su penetración en las clases populares fue escasa. La penetración en la burguesía, la aristocracia, incluidos los monarcas, y parte del clero, fue extraordinaria.
 
Esta es una época tranquila desde el punto de vista religioso, no hay polémicas, ni guerras, ni persecuciones religiosas. El papado pierde influencia, y la tolerancia gana terreno. La mayoría de los ilustrados pensaban que era irracional concebir el mundo sin Dios. También se consideraba razonable creer en la inmortalidad del alma. Pensaban que se debían eliminar del cristianismo todos los dogmas irracionales que se habían añadido a la sencilla predicación de Jesús a lo largo de la historia de la Iglesia. Algunos adoptaron una postura deista, que consiste en afirmar que Dios había creado el mundo, pero no interviene en la historia. Dios es un ser superior que sólo se da a conocer a la humanidad a través de la naturaleza y sus leyes. Algunos adoptaron una postura materialista consecuente y se declararon ateos.

Los ilustrados tienen conciencia de que se está produciendo una transformación total de las ideas. Aparece una nueva forma de racionalidad y una nueva concepción de la naturaleza. De aquí surge una gran confianza en el progreso y se renuevan las esperanzas de cambio social.
 
El cartesianismo había propuesto como modelo de racionalidad la razón matemático-geométrica, la razón deductiva y sistemática. La ilustración propone un razón empírica y analítica. Se parte de la experiencia, la sensación es el origen de todo conocimiento, no poseemos primeros principios o ideas innatas de los que pueda deducirse todo. La razón ya no es posesión de la verdad, sino búsqueda nunca acabada. Se separan la filosofía y las matemáticas, que ya no aportan el método de investigación.

Se critica la tradición, lo que se traduce en una ruptura con el pasado. Los científicos creen que ya es posible prescindir de Dios para explicar el mundo. Laplace explica el origen del sistema solar a partir de una nebulosa. La ciencia ilustrada proclama la autonomía del mundo respecto a Dios, del mismo modo que proclama la autonomía de la razón.
 
Entre los ilustrados franceses hay dos concepciones de la naturaleza, la materialista y la naturalista, en ambas no se tiene en cuenta la existencia de Dios. Hay excepciones, tanto Voltaire como Newton se apartan de esta tendencia atea. El materialismo ilustrado se basa en una concepción estrictamente mecanicista de la naturaleza, todo se explica por el movimiento de las partículas materiales, que no se rigen por ninguna finalidad, sino por leyes necesarias. El universo es materia y movimiento, una cadena ininterrumpida de causas y efectos. Algunas nos son conocidas, porque afectan a nuestros sentidos, cuando nos son desconocidas, hablamos de movimientos orgánicos y espirituales. Pero sólo es un modo de hablar, todo movimiento es físico y mecánico. Se niega la inmortalidad y la espiritualidad del alma, y la existencia de Dios. Pero este materialismo tiene una intención ética y social, la naturaleza debe ser la guía del hombre, la religión ha introducido la superstición y la violencia, al sustituir la naturaleza por Dios.





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