sábado, 26 de septiembre de 2009

TEORIA DE LAS IDEAS




La filosofía de Platón y la de su discípulo Aristóteles intentan responder a los problemas planteados por Parménides. La respuesta se va a caracterizar por: identificar la realidad con lo permanente (en lugar de identificarla con lo cambiante, como hace la metafísica de Heráclito o la de Hegel) y en segundo lugar, por identificar la realidad con lo inteligible, más que con lo material o lo sensible.
La teoría de las Ideas representa el núcleo de la filosofía platónica. No se encuentra formulada como tal en ninguna de sus obras, sino tratada, desde diferentes aspectos, en varias de sus obras de madurez como "La República", "Fedón" y "Fedro". Platón introduce elementos muy novedosos para la mentalidad griega. El mito de la caverna nos muestra las dificultades que encontraremos para pasar de la ignorancia al conocimiento de la idea de Bien. Que se expresa con el paso de la oscuridad a la luz, hasta contemplar directamente el sol en el cielo.

El pensamiento griego llega pronto a la conclusión de que la información de los sentidos no nos permiten captar la auténtica realidad. Esto lo convierte Parménides en la revelación de una diosa, pero Heráclito llega a una conclusión semejante. Platón por influencia de Sócrates sabe que los conceptos tienen una realidad objetiva, es posible definirlos, y por influencia pitagórica sabe que las matemáticas (geometría) son también conocimiento. Propondrá dos ciencias pues se trata de realidades diferentes.

Frente al cambio terrestre que es caótico, los planetas describen órbitas circulares estables. Sitúa por lo tanto el mundo de las Ideas en el cielo y enlazando con la tradición pitagórica, considera que el alma humana ha caído a la Tierra y necesita purificarse para volver al cielo.

Las Ideas tienen las características del ser de Parménides: únicas, inmutables, indivisibles y eternas. Son también las características de los conceptos, aunque para Platón las Ideas no son sólo realidades mentales, son realidades perfectas que existen en el cielo, las cosas terrestres apenas nos permiten imaginar su belleza y realidad.

Platón admite distintos grados de realidad (como puede verse en el pasaje de la línea). El mundo que percibimos por los sentidos y que está lleno de multiplicidad y movimiento es real, pero menos real, que las Ideas que no cambian cuando aparecen o desaparecen los individuos.
Las Ideas son el modelo de las cosas, las cosas se parecen un poco a las Ideas, pero tienen características opuestas, son múltiples, corruptibles, sometidas al cambio, son una pobre copia de la realidad inteligible. La teoría de las Ideas implica una duplicación ontológica, existen dos mundos con características muy diferentes. Sólo la Idea es susceptible de un verdadero conocimiento, mientras que la realidad sensible, las cosas, sólo nos proporcionan opinión. En el mito de la caverna el mundo exterior se corresponde con el mundo de las ideas, y el mundo subterráneo con el mundo sensible.

Platón admite, con Protágoras, que el conocimiento sensible es relativo; pero no admite que sea la única forma de conocimiento. Cree, por el contrario, con Parménides, que hay otra forma de conocimiento propia de la razón. El verdadero conocimiento debe ser universal y necesario, debe tratar sobre el ser, no sobre el devenir o no-ser, y no puede estar sometido a error, debe ser infalible. La ciencia sólo puede versar sobre objetos permanentes.  El conocimiento sensible no puede ser el verdadero conocimiento, ya que no cumple ninguna de esas características.

Platón explica el conocimiento por la reminiscencia. Conocer es recordar. La percepción de las cosas sensibles no nos permite captar las Ideas. Las Ideas solo pueden ser conocidas por contemplación directa en el Mundo inteligible. El alma humana ha estado en este Mundo y ha contemplado las Ideas, pero las ha olvidado al encarnarse en un cuerpo. Recuperar este conocimiento es un proceso largo que empieza al contemplar la belleza de este mundo, pero sólo las matemáticas y la dialéctica permiten conocer las Ideas.

Platón distingue cuatro grados de conocimiento, que están descritos en el mito de la caverna. El conocimiento del mundo sensible sólo proporciona opinión, Platón distingue la imaginación y la creencia. Se corresponden con la visión de las sombras y con la visión de los porteadores y el fuego en el interior de la caverna.

El conocimiento del mundo inteligible proporciona ciencia, la matemática y la dialéctica son las ciencias fundamentales. Se corresponden con el conocimiento paulatino del mundo exterior, primero mirando reflejos y luego a las cosas directamente, hasta mirar directamente al sol.

Las matemáticas nos ayudan a pasar del conocimiento sensible al inteligible. Usan representaciones de las Ideas, por ejemplo el dibujo de un triángulo, pero piensan en la Idea de triángulo, en el triángulo perfecto.

Con la dialéctica ascendente podemos llegar a conocer la Idea de Bien, usando solamente las Ideas llegamos al principio de todo. La Idea de Bien es la causa del ser y el conocimiento en el mundo de las Ideas, y en el mundo sensible es la causa del Sol y de la luz.

Además existe una dialéctica descendente que permite conocer la jerarquía y relaciones entre las Ideas. La Idea de Bien es la idea suprema, tal como nos lo presenta Platón en la "República", aunque en otros diálogos ocuparán su lugar lo Uno, (en el "Parménides"), la Belleza, (en el "Banquete"), o el Ser, (en el "Sofista"), que representan el máximo grado de realidad, siendo la causa de todo lo que existe. A continuación vendrían las Ideas de los objetos éticos y estéticos, seguida de las Ideas de los objetos matemáticos y finalmente de las Ideas de las cosas. Platón intenta también establecer una cierta comunicación entre las Ideas y, según Aristóteles, terminó por identificar las Ideas con números, identificación de la que sí tenemos constancia que realizaron los continuadores de la actividad platónica en la Academia.

Las Ideas no sólo constituyen ese mundo perfecto, son el modelo que nos permite llevar una vida recta en lo privado y lo público, son esenciales para la ética y para la política, para dirigir nuestra conducta y la sociedad.

Platón siguiendo a Sócrates quiere fundar la virtud en el saber. Para ser justo es necesario conocer qué es la justicia. Frente al relativismo moral de los sofistas, Platón reclama la existencia de una Idea eterna e inmutable de justicia o de cualquier otra virtud.

Las tres partes del alma, racional, irascible y apetitiva, se corresponden con las clases sociales de la polis: los filósofos, que gobiernan; los guerreros, que defienden a la sociedad, y los artesanos, que trabajan. Igual que el alma individual debe guiarse por la razón, el cuerpo social debe dejarse guiar por aquellos en quienes prima la razón, los filósofos. Cuando cada uno de estos estamentos realiza la tarea que le corresponde, se alcanza la justicia, que es la culminación de las demás virtudes. Cada parte desempeña su papel separadamente, pero buscando el interés común. Así se evitará la decadencia de la sociedad.

El mayor problema es cómo enseñar estos conocimientos. El proceso educativo completo lleva media vida, y no todos están preparados para recibirlo.

Platón explica la relación entre las Ideas y las cosas como imitación o como participación. En los diálogos de vejez, especialmente en los llamados diálogos críticos y, entre ellos, en el "Parménides", Platón revisa la teoría de las Ideas.

No se debe pensar que la Idea de Grande sea algo grande pero más perfectamente grande que las cosas grandes; la Idea de Grande no es grande ni pequeña ni mediana, como la Idea de Rojo no es roja ni amarilla ni de ningún otro color; la Idea de Juventud no envejece, lo que envejece es el hombre joven. Y, sin embargo, una cosa es grande porque en ella se da la Idea de Grande, roja porque en ella se da la Idea de Rojo, y joven la de la Juventud. La relación que debemos suponer se da entre los particulares y el universal es una relación especial y tanto “participación” como “imitación” son inadecuadas metáforas de ella.

Otra cuestión que se discute es la de si existen Ideas de todas las cosas o sólo de los objetos nobles; Sócrates (Platón) vuelve a reconocer lo absurdo que parece afirmar que existen Ideas de cosas como el pelo y cosas así, pero tampoco está dispuesto a renunciar a su teoría: parece que tiene que haber Ideas de todas las cosas.

En el Timeo, que uno de sus últimos diálogos, Platón dice que el universo es resultado del trabajo del demiurgo o dios artesano que construye el cosmos a partir de la materia eterna, tomando como modelo el mundo de las Ideas. La copia resulta defectuosa porque la materia terrestre es un material defectuoso. El demiurgo intenta construir el mejor mundo posible.

2 comentarios:

  1. Hola, soy alumno de 2º bachiller, me gustaria saber mas o menos cuantas caras o lineas debe ocupar cada apartado para el primer examen de platon.
    Gracias un saludo.

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