lunes, 15 de marzo de 2010

MARX ; NOCIONES


Marx: Nociones: Trabajo y extrañamiento.


El trabajo pone en relación al hombre con la naturaleza y con los demás hombres. El hombre es un ser activo cuya actividad principal es el trabajo. La concepción del hombre como ser teórico procede de la sociedad esclavista griega, donde el trabajo de transformación de la naturaleza estaba reservado a los esclavos. El hombre se va creando a sí mismo a lo largo de la historia. La enajenación es un proceso necesario, no es posible alcanzar desde el primer momento la plenitud de nuestra esencia (humanidad). Toda la historia anterior al comunismo es historia de la enajenación.

Cuando el hombre trabaja para reducir a la naturaleza a alimento, vestido, vivienda o adorno humano, está humanizando la naturaleza, no sólo por adecuarla a sus necesidades, sino también porque estas necesidades son específicamente humanas y porque estas acciones pueden ser realizadas por una pluralidad de individuos. La colaboración libre es un rasgo distintivo del ser humano, las formas animales de colaboración colectiva (hormigas, abejas) son resultado de la necesidad instintiva. La relación del hombre con el hombre esta mediada por la relación del hombre con la naturaleza. Esta relación determina la idea que el hombre tiene del hombre, tanto del otro como de sí mismo. La relación productiva transforma necesariamente el mundo humano, cultural, porque cambia al hombre mismo.

Cada generación recibe de la precedente una naturaleza transformada, sobre la que debe actuar para hacerla más humana. Así progresivamente los hombres van enriqueciendo su propia esencia, humanizándola, acercándola a lo que está llamada a ser. El desarrollo de un individuo se halla condicionado por el desarrollo de los demás con quienes se halla en intercambio directo o indirecto. La historia es un proceso ascendente, a medida que siglo tras siglo se va acumulando la acción de los hombres sobre la naturaleza, se acentúa la distancia entre lo puramente individual y lo humanamente genérico.

Este proceso de humanización es al mismo tiempo un proceso de deshumanización, porque la acción del hombre es necesariamente acción enajenada. Al vivir en un mundo de escasez, el hombre se ve obligado a anteponer su supervivencia a todo. La satisfacción de sus necesidades individuales se convierte en la guía de su acción, los demás se convierten en rivales y en instrumentos potenciales para sus intereses. Los seres humanos quedan así irremediablemente separados los unos de los otros por un egoísmo radical, lo específicamente humano queda subordinado a lo genéricamente animal, a lo puramente individual. El género queda subordinado al individuo, la esencia a la existencia, la sociedad se disuelve en una pluralidad de individuos aislados, cuya organización se lleva a cabo mediante la dominación directa de unos sobre otros, o mediante los mecanismos del mercado, que concierta temporalmente los apetitos diversos y que es una forma indirecta de dominación.

El hombre queda escindido, incapaz de elevarse hasta la comunidad. La obra de los hombres no se vive como obra común, aparece como un destino incognoscible, ante al que están inertes los individuos. El hombre percibe su propia obra como un ser extraño, ajeno, como un ser que lo domina. El ser humano no puede vivir fuera de la sociedad organizada, pero en ella crea potencias que escapan a su control, es un proceso necesario de la vida humana, que es necesariamente vida enajenada.








Nociones: Objeto del trabajo y actividad productiva.
Marx definió a los seres humanos, ante todo como productores. Su producción tiene dos aspectos, uno material y otro social. 
La producción es la actividad que busca satisfacer las necesidades humanas transformando la naturaleza. Esto implica cierta organización de la producción y poseer las herramientas adecuadas. La producción es un proceso social en que los seres humanos colaboran entre sí para producir las cosas que necesitan. Siempre conlleva relaciones sociales relacionadas con el poder y la distribución de la riqueza, los objetos producidos.


El trabajo humano se compone de dos elementos básicos: fuerza de trabajo humana y medios de producción. En los medios de producción se distingue: de un lado la tierra y las materias primas que son transformadas en las cosas que necesitamos, los “objetos del trabajo”, y de otro los instrumentos que empleamos (“instrumentos de trabajo”). 

La tendencia de las sociedades de explotación (particularmente del capitalismo) es hacer de todo objeto que sirva para algo un objeto para vender y comprar, es decir una mercancía. Podemos llamar mercancía a todo objeto que se pone en el mercado, a todo objeto producido con vistas a su cambio por otros objetos.

La mercancía es el elemento básico de la sociedad capitalista. En la sociedad capitalista todas las cosas son mercancías. El trabajador tiene que vender su fuerza de trabajo como mercancía en el mercado para poder sobrevivir. 

“El obrero se empobrece tanto más cuanto más riqueza produce, cuanto más aumenta su producción en extensión y en poder. El obrero se convierte en una mercancía tanto más barata cuantas más mercancías crea. A medida que se valoriza el mundo de las cosas se desvaloriza, en razón directa, el mundo de los hombres.”

Las relaciones entre los individuos están determinadas por los limites materiales que conlleva producir de un cierto modo. La división de tareas refleja el carácter del proceso de trabajo dado y las destrezas de dichos individuos. Hay un abismo entre la agricultura de barbecho de las sociedades agrícolas y la línea de ensamblaje de una fábrica moderna. La producción, distribución, intercambio y consumo de bienes son la raíz de que los hombres tengan y desarrollen determinada mentalidad. La naturaleza de la economía de una sociedad determina el carácter de su vida legal, política y cultural. Si la gente está constantemente luchando por sobrevivir es imposible que surjan ni la poesía ni unas costumbres sociales complejas.


Marx llama modo de producción a “las relaciones de producción que se corresponden con una etapa del desarrollo de las fuerzas productivas”. La primera forma de producción o de propiedad es el edén, en ella la producción está todavía sin desarrollar. La gente vive de la caza, la pesca y de la recolección de frutos.

La segunda forma de propiedad es la esclavitud, surge cuando aumenta la po­blación, las sociedades se hacen más complejas y se incre­menta el contacto entre las tribus en forma de comercio y de guerras. En el caso de la esclavitud, el trabajador es un instrumento de producción, una propiedad del amo como lo son también la tierra que el esclavo trabaja y las herramientas que éste usa.

La sociedad feudal se desarrolla en tomo a la división de la gente en propietarios y no propietarios de tierras. El campesino podía controlar algunos medios de producción (herramientas y animales, quizá) pero no es dueño de la tierra que trabaja. Luego, estaba forzado a dividir su tiempo entre el trabajo para él y su familia y el trabajo excedente para el señor feudal.

La tercera forma de propiedad es el capitalismo. Allí donde hay comercio aparecerá una clase social de comerciantes. El capitalismo representa la victoria de esta nueva clase, a la cual se suele denominar clase media o burguesía. Bajo el capitalismo la clase media, o uno de sus sectores, posee los medios de producción y el del dinero: posee fábricas, bancos, buques, etc. El trabajo produce objetos, se objetiva. En el capitalismo, desde el punto de vista del trabajador, esos objetos le son extraños (no le pertenecen) y hostiles, en cuanto lo dominan y lo esclavizan; la creación del trabajador se le enfrenta como un poder independiente.






1 comentario:

  1. Estoy conociendo tu blog por la carta enviada por Prior en la que lo publicita. Me parece que en esta entrada hay una errata: "Al vivir en un mundo de escasez, el hombre se ve obligado a anteponer todo a su supervivencia." Yo diría que es más bien al contrario.

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