lunes, 15 de marzo de 2010

MARX: TEMAS


Tema: La alienación del hombre en la sociedad capitalista.


Alienar significa vender, convertir algo propio en ajeno, Alienación significa que alguien deja de ser él, pierde su personalidad. 
La forma de trabajo de la sociedad burguesa constituye "la alienación total del hombre". El proceso de la alienación afecta a todos los estratos de la sociedad, distorsionando hasta las funciones naturales del hombre. El hombre en el capitalismo, cualquiera que sea la clase social a la que pertenezca se encuentra alienado.

La alienación más importante es la económica que tiene lugar por la propiedad privada de los medios de producción. El hombre se hace cosa, deja de ser humano para convertirse en mercancía. La división social del trabajo, se lleva a cabo sin tomar en consideración el talento de los individuos o el interés de la totalidad. Obedece más bien a las leyes del mercado. Bajo el imperio de estas leyes el producto del trabajo, la mercancía, parece determinar la naturaleza y el fin de la actividad humana. Dicho de otro modo, los materiales que deberían servir a la vida humana llegan a regir su contenido, su meta y la conciencia del hombre.

Otras formas de alienación son la social y la política, se refieren a la enajenación del hombre en una sociedad que no le trata como tal, y un sistema político en el que no participa. La alienación política se articula a través del Estado, que es un aparato de represión y coacción que pretende garantizar el orden y, por tanto, mantiene un orden económico alienante. El Estado sirve a los intereses de la burguesía. La eliminación del Estado es una meta irrenunciable común a comunistas y anarquistas (si bien difieren en los procedimientos). 

Por último, quedan la alienación filosófica y religiosa, que también cumplen la función de mantener la alienación económica esencial. La religión intenta tapar el sufrimiento y la miseria sociales: "la religión es el opio del pueblo", inventando un mundo divino, un reino independiente que flota en las nubes da consuelo y esperanza. 
Marx dice que “Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo”, la discusión sobre la verdad o falsedad de un pensamiento aislado de la práctica, es un labor inútil.

La ideología es una falsa conciencia, una representación inadecuada de la realidad a fin de que los explotados consideren naturales y por tanto justificables e inevitables sus condiciones de vida: "siempre ha habido ricos", "es natural que el amo se lleve una parte de la cosecha: es el dueño de la tierra", son expresiones que manifiestan la aceptación de la ideología dominante por parte de los dominados.
"Había una vez, aunque ya hace bastante tiempo de esto, una época en que la sociedad se dividía en dos: las gentes de la élite, laboriosas, inteligentes, y sobre todo dotadas de costumbres caseras; un montón de vagos que están de fiesta de la mañana a la noche y de la noche a la mañana. Ni qué decir tiene que los unos amontonaron tesoro sobre tesoro, mientras que los otros rápidamente se encontraron desprovistos de todo". 
Así se originó la pobreza de la gran masa que, a pesar de un trabajo realizado sin fin ni tregua, tiene que pagar siempre con su propia persona; y la riqueza de unos pocos, que recogen todos los frutos del trabajo sin haber hecho nada con sus manos”


Llamamos mercancía a cualquier objeto que es producido con vistas a su cambio por otros objetos, Como mercancías, las cosas son sólo cantidades, y esto quiere decir que son cantidades de una magnitud única, la materialización de esa magnitud es el dinero. Dos objetos pueden valer lo mismo a efectos de cambio aunque sean cualitativamente diferentes. La sociedad capitalista es aquella sociedad en la que todas las cosas son mercancías, y, por lo tanto, aquella sociedad en la que todo es cantidad , que no tiene ninguna determinación cualitativa.

El trabajador ha puesto su fuerza de trabajo como mercancía en el mercado. Es algo que puede ser comprado y vendido libremente. Sin embargo, para que el hombre con dinero encuentre en el mercado la fuerza de trabajo necesaria como mercancía son precisas dos condiciones: en primer lugar, el poseedor de la fuerza de trabajo debe ser libre para disponer de ella (esto no ocurría en el feudalismo); en segundo lugar, para vivir debe estar obligado a vender su fuerza de trabajo. Esto significa que ha sido desposeído de la propiedad de los medios de producción.


El modo de producción capitalista se funda en la separación entre el trabajador y los medios de producción, que están bajo control de un pequeño grupo de capitalistas. El trabajo es alienante porque al trabajador no le pertenece el producto de su trabajo. Para el trabajador no hay alternativa a vender su fuerza de trabajo, que no sea el hambre. El capitalista usa su control de los medios de producción para obligar a la gente a trabajar para él y la obliga trabajar más tiempo del equivalente a sus salarios, generando así trabajo excedente.

La explotación se funda en el poder económico del capitalista, no en que tenga el monopolio de la violencia, como ocurre en el feudalismo o el esclavismo. La explotación queda disimulada porque no hay violencia física. El trabajador es legalmente libre y ha acordado, aparentemente de forma voluntaria, trabajar para el capitalista. Sin embargo, no es por esto menos efectiva la explotación.

La producción comienza con un contrato libre. Una de las partes vende su fuerza a la otra. La fuerza de trabajo produce plusvalía. Produce más de lo que cuesta al capitalista. La ganancia del capitalista es la plusvalía. El aumento de la plusvalía absoluta tiene tres obstáculos: el día sólo tiene 24 horas, los límites biológicos y la resistencia de los obreros. De aquí el paso de la plusvalía absoluta a la plusvalía relativa. Se disminuye el tiempo de trabajo necesario aumentando la productividad del trabajo, lo que implica el desarrollo del maquinismo. El capital constante (edificios, máquinas, materias primas, etc.) aumenta más rápidamente que el capital variable (salarios). Y como para Marx la única fuente de ganancia es la plusvalía, se establece la ley tendencial del descenso de la tasa de ganancia. La consecuencia es la concentración del capital y el empobrecimiento del proletariado.

“El obrero se empobrece tanto más cuanto más riqueza produce, cuanto más aumenta su producción en extensión y en poder. El obrero se convierte en una mercancía tanto más barata cuantas más mercancías crea. A medida que se valoriza el mundo de las cosas se desvaloriza, en razón directa, el mundo de los hombres.”

Mediante la abolición de la propiedad privada se puede superar la enajenación. Si no hay propiedad privada de los medios de producción no puede haber una relación de explotación y alienación.











Tema: Comunismo y emancipación.


En el trabajo el hombre debería realizarse como hombre, pero en la sociedad capitalista sucede precisamente lo contrario, se produce la alienación del hombre. Esta alienación se da en cuatro dimensiones:

-con respecto al producto de su trabajo, al convertirse en capital de otros, se convierte en un ser extraño, que él no posee ni domina, de hecho cuantos más objetos produce el trabajador, menos posee y más sujeto está a la dominación de su producto, es decir, del capital.

-con respecto a su propia actividad, su trabajo no es voluntario sino forzado, no es la satisfacción de una necesidad, sino un medio de satisfacer las necesidades fuera del trabajo. Entonces el hombre sólo se siente libre en sus funciones animales: comer, beber, engendrar...en cambio en sus funciones humanas se siente como animal, lo humano se convierte en lo animal y lo animal en humano. El hombre no se siente feliz, sino desgraciado, no desarrolla su energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Se encuentra fuera de sí y sólo se siente en sí fuera del trabajo.

-con respecto a la naturaleza, aparece como algo ajeno al trabajador, como propiedad de otro, no como el cuerpo inorgánico del hombre. La naturaleza es su cuerpo porque no puede separarse de ella si quiere sobrevivir, a la vez el ser humano es parte de la naturaleza.

-con respecto a los otros hombres, el hombre a diferencia de los animales es capaz de trabajar para sí mismo y para los demás, para transformar el mundo en favor de la especie humana. Pero en el trabajo alienado se corta toda relación con la Naturaleza y con la Humanidad, cada uno trabaja para sí mismo y el otro aparece como  un ser extraño.

El socialismo se hace posible una vez que existe una fuerza de trabajo industrializada y medio educada. La clase inferior de la sociedad industrial, el proletariado, trabaja por un pequeño salario y el excedente que produ­ce va destinado a enriquecer a sus dominadores, la bur­guesía. 

Los proletarios necesitan trabajar ya que no tienen nada que vender más que su trabajo. Pero es importante recordar que los capitalistas necesitan a los trabajadores tanto o más de lo que los trabajadores necesitan sus empleos. Una revolución socialista po­drá tener lugar, cuando los trabajadores se den cuenta de que tienen poder sobre aquellos que les emplean. En este momento del proceso histórico los trabajadores se levantan contra la burguesía y toman el con­trol de los medios de producción. Del mismo modo que la «revolución» capitalista se puede describir como la victoria de la burguesía sobre los terratenientes feudales, así también la revolución socialista se puede considerar la vic­toria del proletariado sobre la burguesía.

Con la dictadura del proletariado se abole la propiedad privada y se produce la socialización de los medios de producción. Se suprime así la alienación económica. Desaparecen las clases sociales. Es una etapa transitoria de constitución del poder socialista. El proletariado utiliza el Estado, del que tiene necesidad todavía para someter a sus adversarios. El proletariado debe destruir el Estado burgués por su carácter clasista. En el socialismo se impone la planificación económica única y central. "A cada cual según su trabajo". La producción aumenta al desaparecer las trabas de las relaciones de propiedad y producción capitalistas.

Igual que anteriormente las sociedades desarrollaron tensiones que al final condujeron a su caída, así también las sociedades socialistas se desmoronarán bajo la presión de sus propias contradicciones internas. La misma «dictadura del proletariado» es la primera señal de esas tensiones destructivas. La última etapa de la evolu­ción humana sólo se alcanzará, cuando se supere esta dictadura. En ese momento de la historia el Estado desaparecerá, no habrá más propiedad ni más luchas de clases.

Hay muy pocas descripciones positivas de Marx, ni de nadie, acerca de cómo sería el Estado (mejor dicho, el no-Estado) comunista. En algunos escritos tempranos Marx describe una especie de comunidad idílica en la que la gente pasa mucho tiempo pescando y escribiendo poesía. Las demás descripciones de la utopía marxiana son negativas: no habrá más lucha de clases, no habrá más explotación del hombre por el hombre, no habrá propiedad privada de los medios de producción, ni tampoco habrá; males ni problemas sociales.

Sólo el comunismo entendido como supresión de la propiedad privada, es decir del capital, permitirá la eliminación de todas las alienaciones y la humanización del hombre. En el sistema capitalista todo se cambia por dinero, pero si consideramos una relación humana del hombre con el mundo, sólo se puede cambiar amor por amor, confianza por confianza... El sentido del "tener" debe desaparecer para poder liberar todos los sentidos físicos y espirituales. El comunismo marxista es el desenlace inevitable de la crisis interna de la sociedad capitalista y su máxima es: "De cada uno según su capacidad, a cada uno según sus necesidades". Es un estadio nuevo de desarrollo del ser humano, pues será posible la realización de todas las potencialidades inherentes a la especie humana.

Frente al concepto de riqueza meramente económica de la Economía política, en la que el ser humano es reducido a un simple objeto, Marx proclama que la verdadera riqueza radica en el ser humano. El individuo rico es el que tiene una vida con múltiples manifestaciones y que siente la propia realización como una necesidad interna. La pobreza es la necesidad de poseer la mayor riqueza, a otros seres humanos. La riqueza tiene un significado humano y por tanto social.

Marx critica el comunismo grosero (el primitivo y el de sus contemporáneos), lo califica de envidia general constituida en poder, deseo de nivelación que no es la supresión de la propiedad privada, sino su absoluta generalización y la extensión a todos del destino del obrero. 











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