domingo, 16 de enero de 2011

CONTEXTUALIZACION DE STO TOMÁS



 CONTEXTUALIZACION DE SANTO TOMAS

Tomás de Aquino es principalmente un teólogo, y su filosofía está al servicio de la religión. La relación del cristianismo con la filosofía viene determinada, ya desde sus inicios, por el predominio de la fe sobre la razón. Esta actitud queda reflejada en el "Credo ut intelligam" de San Agustín. Santo Tomás replanteará la relación entre la fe y la razón, dotando a ésta de una mayor autonomía.


La filosofía deja de ser la "criada de la teología". La razón tiene su propio ámbito de aplicación, dentro de la verdad única, al igual que ocurre con la fe. No excluye la colaboración entre ambas, y cierta sumisión de la razón a la fe en las cuestiones en que la razón no pueda definirse. 

No cabe la posibilidad de que una verdad racional contradiga una verdad revelada. Filosofía y teología son independientes entre sí, pero no se contradicen mutuamente, porque ambas tienen el mismo objeto material (lo real), pero no el mismo objeto formal: la filosofía parte de los datos empíricos, utilizando la razón para conocer lo real. La teología estudia lo real apoyándose en las verdades de la Revelación, accesibles únicamente a través de la fe. La filosofía opera de abajo hacia arriba; la teología, de arriba abajo.


El tomismo es un esfuerzo por integrar en un sistema simple, pero coherente, el legado de sus antecesores. nace de la confluencia de las grandes corrientes de pensamiento que cruzaron la antigüedad y el medievo: platonismo y aristotelismo, helenismo y arabismo, paganismo y cristianismo, sin olvidar otras corrientes secundarias, como la filosofía hebrea. No le importó enfrentarse a los prejuicios de su tiempo y se mostró siempre abierto a toda aportación valiosa, independientemente de su origen. Su pensamiento no es la simple suma de elementos de sus predecesores, sino que constituye un sistema propio cuya nota distintiva es su noción filosófica del ser, la cual vertebra su pensamiento.

 Los árabes  reintroducen a Aristóteles en Occidente. En la universidad de París se discutirá la filosofía aristotélica. Al principio el propio papa advirtió del peligro que tenía para la fe la filosofía de Aristóteles, y también los agustinianos lo combatían ferozmente. El mérito de Santo Tomás es lograr sintetizar cristianismo y aristotelismo. 

Podemos distinguir dos periodos en el pensamiento de Tomás de Aquino: el primero se desarrolla entre los años 1245 y 1259 y está marcado por el predominio de las influencias aristotélicas (Avicena y Alberto Magno) y las neoplatónicas (San Agustín y el pseudo Dionisio).

Entre las obras más importantes de esta etapa destacan los Comentarios a las Sentencias de Pedro Lombardo, el opúsculo titulado De ente et essentia y el libro primero de la Summa contra gentiles. La función de esta obra era servir de apoyo a los predicadores que tenían que discutir con judíos y musulmanes, valiéndose de argumentos racionales, sin recurrir a los teológicos.


El segundo periodo abarca aproximadamente los años 1259 a 1273, época de controversias entre los franciscanos (de orientación agustiniana) y los dominicos (aristotélicos). Tomás de Aquino desarrolla en esta fase una síntesis de los problemas más relevantes y discutidos en este momento: la relación entre la fe y la razón, la cuestión de la creación, etc.

Además de finalizar la Summa contra gentiles, otras obras importantes son; Quaestiones disputatae, De malo y De anima; opúsculos contra los averroístas como De aeternitate mundi y De unitate intellectus. De este periodo data la obra más importante de Tomás de Aquino: la Summa theologica, en la que logra una armoniosa síntesis entre teología y filosofía.






CONTEXTUALIZACION HISTORICA


El siglo XIII representa un momento de florecimiento de la Europa medieval, siendo Francia el centro político y cultural. La economía goza de estabilidad impulsada por el comercio,



Culturalmente, el siglo XIII destaca por la aparición y auge de las Universidades, surgidas a partir de la evolución de las escuelas catedralicias. Destacan las de París, Oxford, Bolonia, Salamanca, etc. Se fundan las órdenes mendicantes, principalmente la de los dominicos y de los franciscanos, que llegaran a ocupar las principales cátedras de las Universidades. Plantean el ideal evangélico de pobreza frente a una jerarquía eclesiástica excesivamente rica y poderosa. 

La vida monástica buscaba el aislamiento. Por el contrario, los mendicantes se establecían en el corazón de las ciudades para atender espiritualmente a una población urbana en crecimiento. Respondían a la urgente necesidad de predicar para contrarrestar la difusión de las herejías.

Santo Tomás nació en una familia noble emparentada con los emperadores alemanes y los reyes de Aragón. Habiendo muerto su padre, su madre hizo todo lo posible para impedir que se hiciera dominico, no podía concebir que se hiciera "fraile mendicante". Estuvo recluido casi dos años en una fortaleza.

Los Dominicos nacen en el contexto de la lucha contra las herejías, que eran muy numerosas a comienzos del siglo XIII, amenazando con dividir a una Iglesia Católica cuya clero se encontraba en uno de sus puntos de mayor degeneración.

Santo Domingo de Guzmán, tuvo la oportunidad de atravesar Francia y entrar en comunicación con varios grupos declarados como herejes cátaros y albigenses, quienes predicaban contra la jerarquía eclesiástica, pregonando la pobreza mendicante y el regreso a la Iglesia primitiva. Hacia 1206 Santo Domingo tuvo la idea de organizar un grupo que fuera a predicar en tierras de herejes, buscando su conversión. Dicho grupo debía vivir pobremente, sin criados ni posesiones. El Papa aprobó la idea, pero la experiencia no tuvo éxito inmediato, por lo que los gobiernos civil y eclesiástico optaron por utilizar la fuerza, llevando a cabo una cruenta cruzada contra estos grupos heréticos.

Santo Domingo continuó madurando su idea, hacia 1215 organizó la primera comunidad de "hermanos predicadores". Dicha comunidad se guiaba bajo la regla de San Agustín y vivía en Conventos o casas urbanas, bajo una espiritualidad a la vez monástica y a la vez apostólica. El lema escogido fue "Contemplar y dar a otros el fruto de la contemplación". Todo esto fue novedoso para la época, pues hasta entonces, los religiosos vivían en monasterios y no se dedicaban a la predicación, la cual, en teoría, era monopolio de los obispos, quienes tampoco la ejercían, pues estaban ocupados en asuntos económicos y de poder. Los Dominicos tomaron como ejes de su carisma el estudio y la predicación, unidos a la pobreza mendicante.

La Orden fue aprobada por el Papa Honorio III en 1216. Pocos años después Santo Domingo toma la decisión de dispersar al pequeño grupo, enviándolo a lugares claves de la Europa de entonces: París y Bolonia, donde se encontraban las dos principales universidades del mundo occidental. El éxito fue inmediato. Si en 1221, cuando murió su fundador, Los dominicos eran alrededor de 300 frailes, unos cincuenta años más tarde el número bordeaba los 10.000 miembros. Pronto se hicieron muy populares, y grandes teólogos se forjaron en sus filas. Los casos más renombrados son los de Santo Tomás de Aquino, San Alberto Magno, el "Maestro" Meister Eckart y San Vicente Ferrer.

La preparación teológica tanto delos Dominicos como de los Franciscanos hizo que al fundarse la Inquisición, en 1231, las autoridades se fijaran en estos religiosos y les confiaran su organización, que llevaron adelante con mucho celo, al punto de que los primeros quedaron asociados para siempre con este tristemente célebre tribunal. Tras una decadencia que afectó a todas las órdenes religiosas en general durante el siglo XIV, los Dominicos se reformaron en el siglo XV, preparándolos para una nueva tarea: la Evangelización de América.


 

CONTETUALIZACION FILOSOFICA

Hasta el siglo XIII, predominaba el pensamiento platónico en Europa, por influencia sobre todo de san Agustín. El desconocimiento de la obra de Aristóteles era prácticamente total. Sólo se conocían partes de la Lógica por los comentarios de Boecio (V-VI). Hacia 1140 los maestros y estudiantes de las escuelas de París se habían habituado a hablar de una logica nova, basada en todo el Organon de Aristóteles, y de una logica vetus, aquella que durante siglos se enseñó con el respaldo precario de sus dos primeros libros y los escritos complementarios de Boecio.

Durante sus conquistas, los árabes tomaron contacto con los últimos reductos de la cultura griega en Siria, donde algunos intelectuales cristianos habían traducido al sirio textos originales de filósofos griegos. Tanto del sirio como del griego, se traducen al árabe obras originales y comentarios de Aristóteles, surgiendo una especie de filosofía árabe-aristotélica con residuos platónico. Avicena (s. X) fue el máximo representante de este aristotelismo árabe platonizado. Averroes (XII) Fue el primer ejemplo de aristotelismo puro. Escribe los primeros comentarios a obras de Aristóteles sin adherencias platónicas. A través de los árabes se despertó en Occidente la curiosidad por el aristotelismo. En el s. XII se traducen directamente del griego al latín las obras de Aristóteles. Surgió así el averroísmo latino. 

Tesis:
a. El mundo es eterno (en evidente contradicción con la doctrina creacionista cristiana). Según Aristóteles, Dios es el motor inmóvil que mueve eternamente un mundo también eterno. Dios ni siquiera conoce el mundo (a diferencia del demiurgo platónico).
b. El alma individual de cada hombre no es inmortal, sino corruptible y perecedera. Sólo el entendimiento agente, común a todos los hombres, es inmortal. Y negar la inmortalidad del alma supone rechazar toda la doctrina cristiana de la salvación.
c. Existen dos verdades: la teológica -fe- y la filosófica -razón-. De este modo podían conciliarse tesis opuestas sobre el alma.


Los representantes de esta corriente fueron condenados por la jerarquía y expulsados de la universidad de París (Sigerio de Brabante fue condenado a cadena perpetua).

Tomás rechazó las tres tesis averroístas:
a. Respecto a la eternidad del mundo, se movió entre dos aguas y sostuvo que el sistema aristotélico no implicaba necesariamente la eternidad del mundo ni el concepto cristiano de creación excluía la posibilidad de que el mundo fuera eterno: puede ser eterno y creado.

b. Respecto a la inmortalidad del alma, Aquino entendió que el entendimiento inmortal del que Aristóteles habló no es único para todos los hombres, sino que se trataba de la facultad superior del alma, y ésta es inmortal.

c. Y en cuanto a la doble verdad, resultaba innecesaria una vez solucionados los problemas que planteaban las dos tesis anteriores. Pero la criticó por considerarla inadmisible.
Los medievales quedaron deslumbrados por la ciencia aristotélica. El conjunto rigurosamente ordenado de razonamientos, basados en la demostración silogística, se consideraba como la forma suprema del saber humano. A franciscanos y dominicos se les había dado la misión de hacer posible la unidad de fe y razón, para lo cual era indispensable alterar el pensamiento de Aristóteles. Los dominicos asimilaron plenamente el nuevo ideal de la ciencia, y afirmaron que la teología revelada era ciencia en el sentido aristotélico del término, pues de otro modo no podría ser colocada en la cúspide del saber humano. Los franciscanos, en cambio, respaldados por la tradición teológica agustiniana, se opusieron firmemente a la sustitución de la sabiduría por la ciencia en la comprensión de la teología revelada.

En 1277, Esteban Tempier, obispo de París, condenó como heréticas un total de 219 proposiciones, entre las que se contaban, junto a las propiamente averroístas y aristotélicas, otras debidas a santo Tomás. La condena, al menos parcial, del pensamiento tomista raramente se acató. Los más favorables a hacerlo fueron sin duda los franciscanos, que llegaron a desaconsejar públicamente el uso de la "Summa Theologica". En cambio los dominicos pusieron muy pronto en cuestión la condena de 1277. El levantamiento de dicha condena se consiguió al fin en 1323, coincidiendo con la canonización por Juan XXII de santo Tomás.

Durante la Edad Moderna quedó eclipsado el pensamiento tomista; pero en el siglo XIX un grupo de pensadores italianos, inspiradores de la encíclica de León XIII Aeterni Patris (1879) en la que se defiende el pensamiento de Tomás de Aquino como el más adecuado al cristianismo, marcó la renovación de su pensamiento en lo que se ha dado en llamar neotomismo o neoescolástica. En 1880, fue nombrado patrono de todas las universidades, academias y escuelas católicas de todo el mundo.
En el siglo XIV se desconfía de las grandes síntesis teológicas del siglo XIII. Las limitaciones del poder de la razón frente a la revelación, que ya aparecen en santo Tomás, se acentúan. No es aconsejable recurrir a la razón para fundamentar el dogma. La separación entre razón y fe es paralela a la separación entre la Iglesia y el Estado.

El nominalismo de Guillermo de Okham es la base de esta separación. Se parte del individuo, no hay esencias distintas de los individuos. No es necesario el entendimiento agente, no hay intermediarios entre el sujeto y el objeto, ni entre Dios y las criaturas. El objeto conocido se relaciona directamente con nuestra facultad de conocer. Toda existencia depende de la voluntad absoluta de Dios. Dios crea el mundo con absoluta libertad. Si las esencias dependen de las ideas eternas se niega la libertad de Dios. Dios no crea las cosas porque son buenas, son buenas porque El las crea.


La teología debe entender a Dios tal como se ha revelado. La teología debe ser autosuficiente, no tiene que recurrir a la filosofía. La razón tiene como misión explicar el mundo. Para conocer el mundo debemos recurrir a la experiencia, pues Dios lo ha creado con absoluta libertad. Las pruebas de la existencia de Dios carecen de valor demostrativo, sólo son argumentos probables. Pues el principio de causalidad y la imposibilidad de una serie infinita de causas no son evidentes. Además aunque se pudiera probar la existencia de un motor inmóvil, no es seguro que ese motor sea único ni que coincida con Dios. Tampoco se pueden probar racionalmente los atributos divinos. En Dios no hay entendimiento o voluntad, sólo son nombres que damos a la esencia divina partiendo de sus efectos.

La ética queda desvinculada de cualquier principio racional, como la ley natural. Todos los preceptos morales dependen de la voluntad divina. Un acto es malo simplemente porque Dios lo prohíbe. Dios podía haber creado un orden moral en el que el robo, el crimen y el mismo odio a Dios hubieran sido actos meritorios.


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