domingo, 16 de enero de 2011

LOCKE: TEMAS



DERECHO NATURAL Y PACTO SOCIAL

En el estado de naturaleza todos los seres humanos son iguales, nadie tiene poder sobre los demás. Pues somos criaturas de la misma especie y muy semejantes. Dios no ha declarado que ningún ser humano sea superior a los demás, como pretendía el absolutismo.

Existen derechos naturales y destaca entre ellos el derecho a la propia conservación y a defender la vida y el derecho a la libertad. Evidentemente, de aquí surgen deberes, como el deber de conservar la vida y a disponer libremente de ella lo que lleva a rechazar el suicidio y la esclavitud.

Todo hombre tiene derecho a las cosas que le son necesarias para la conservación de su vida. Dios ha dado a los hombres la tierra y todo lo que hay en ella para que puedan vivir. En consecuencia la razón nos enseña que debe existir la propiedad privada tanto de los frutos de la tierra y de las cosas que hay en ella como de la tierra misma.

El derecho a la propiedad privada se obtiene mediante el trabajo. En el estado de naturaleza el hombre hace suyo lo que saca de su estado natural al mezclarlo con su trabajo y separándolo así de su primitivo estado de propiedad de todos.

Pero no se puede concluir que exista el derecho a una propiedad sin límites. El derecho a la propiedad viene determinado por la capacidad de uso y disfrute de ella. Condena la propiedad inútil, aquella que no es útil ni necesaria, puesto que Dios no ha hecho nada para ser desperdiciado. Así como la propiedad privada es un derecho natural, también existe el derecho natural a heredar la propiedad.

La invención del dinero, posibilita acumular riquezas y propiedades más allá de las necesidades del individuo. La consecuencia es el aumento de las propiedades y el crecimiento del comercio. Esto produce desigualdades, lo cual originará conflictos que terminarán con la idílica existencia del estado de naturaleza, conflictos que sólo podrán ser resueltos dentro de la sociedad civil.

La propiedad es anterior a la sociedad. La finalidad del gobierno es la protección de la vida, libertades y tierras,  a todo lo cual incluye dentro del nombre genérico de bienes o propiedades. El gobierno no crea el derecho de propiedad privada.

Aunque el estado de naturaleza supone la negación de una autoridad común sobre los hombres, Locke sostiene que Dios nos creó sometidos a fuertes necesidades e inclinaciones para impulsarlos a vivir en sociedad. Así la sociedad es también una institución natural aunque sólo en cierto sentido. El Estado no es una creación de Dios, sino una unión política consensuada y realizada por hombres libres e iguales.

La familia, sociedad primaria, es natural al hombre en sentido estricto. La sociedad civil o política es natural en el sentido de garantizar necesidades que en el estado de naturaleza no siempre se satisfacen. Los seres humanos están moralmente obligados a respetar la ley natural, muchos no lo hacen, como consecuencia no todos gozan de los mismos derechos. Interesa formar una sociedad civil proteja las libertades y derechos.

Así:
1. Es necesaria una ley escrita para concretar la ley natural y solucionar las controversias.
2. Es conveniente que haya un sistema judicial  que juzgue imparcialmente.
3. Es necesario un sistema punitivo que castigue los delitos.

En el estado de naturaleza, unos individuos pueden adquirir poder sobre otros cuando tienen que defender sus derechos, pero no un poder absoluto o arbitrario, sino en la medida necesaria para la reparación y la represión del delito. Sólo así es legítimo que un hombre haga daño a otro, que es lo que llamamos castigo; un castigo proporcionado, para evitar daños futuros y que sirva de ejemplo a los demás.

Parece poco razonable que todos tengamos poder ejecutivo, si uno es juez en su propia causa, el amor propio le hará parcial y el deseo de venganza podrá llevarle al exceso. El gobierno permite refrenar la parcialidad y la violencia. 


Los monarcas absolutos no son más que hombres, por lo cual no se ve cómo podría ser mejor el absolutismo que el estado de naturaleza, el gobierno en el que un hombre tiene libertad para ser juez en su propia causa y hacer a sus súbditos todo lo que le plazca, sin que nadie tenga libertad para cuestionarlo.

El poder despótico es un poder absoluto y arbitrario que un hombre ejerce sobre otro hasta el punto de poder quitarle la vida. Según Locke tal poder jamás es concedido por la naturaleza a los hombres. Tampoco puede derivarse de ningún tipo de contrato pues resulta absurdo pensar que los hombres hubieran decidido otorgar a alguien el poder de quitarles su propia vida. El poder despótico es un poder irracional que hace uso del estado de guerra para dominar a otras personas. El que actúa de ese modo se rebela contra su propia especie y se une a las bestias haciendo de la fuerza, la ley en la que se basan sus derechos. Actuar de ese modo implica estar expuesto a ser destruido ya que se estaría actuando contra la ley natural.






TEORÍA DEL PODER POLÍTICO

El fin principal que mueve a los hombres a someterse a un gobierno es la conservación de su propiedad individual, entendiendo por ésta sus vidas, libertades y patrimonios.

Locke considera que la sociedad política tiene un fundamento racional. Éste no puede ser la utilidad, aunque es un fin racional, ya que por muy ventajosa que sea la sociedad civil, siempre supone una restricción de la libertad. 


El fundamento racional debe ser el consentimiento de los que forman parte de la sociedad política. Los hombres no se someten al gobierno sino que establecen con él una relación de confianza. Además, cuando los hombres consienten formar una sociedad política, acuerdan estar atados por la voluntad de la mayoría.

A los miembros de una sociedad política no se les pide el consentimiento para formar parte de ella. Locke soluciona el problema diciendo que tal consentimiento es tácito (implícito) y que se da en la medida en que se vive conforme a las leyes del Estado y se disfruta de sus beneficios. Sin embargo, siempre tiene la posibilidad de explicitar su consentimiento e incluso su no consentimiento ya que puede marcharse a otra sociedad e incluso vivir alejado en estado de naturaleza.

Para Locke no existe la sumisión de nacimiento a la monarquía porque el hombre es libre por naturaleza y no existe nada que lo convierta en un súbdito de un poder terrenal, excepto su propio consentimiento.

Mediante el consentimiento los hombres no renuncian a su libertad, simplemente la restringen renunciando a su poder de ejecutar la ley natural para proteger sus derechos. Autorizan a la sociedad a elaborar las leyes que requiera el bien común y determinar la sanción que acarrea su no cumplimiento. El sentido de esta renuncia es poder gozar con más seguridad de su libertad.

La primera tarea de toda comunidad política es establecer un poder legislativo y ponerlo en manos de quienes piensa que administrarán esas leyes de forma correcta. Este será el poder supremo de la comunidad y los demás poderes deben derivarse de él y estarle sometidos. Los ciudadanos siempre mantienen el poder supremo en el caso de una mala actuación del poder legislativo. En el acto mismo en que los ciudadanos eligen un poder, le imponen que les garantice la vida, libertad y sus bienes. Ser libre del poder absoluto y arbitrario es tan necesario y va tan unido a la seguridad del hombre, que no es renunciable. La ley natural no permite que los seres no miren por su propia conservación.

Los límites del poder legislativo son:
1. Las leyes han de ser las mismas para todos sin excepción.
2. Estas leyes deben inspirarse en el bien del pueblo.
3. El poder legislativo no debe establecer impuestos sin el consentimiento del pueblo expresado por él mismo o por sus representantes, ya que el fin principal para el que se constituyó la sociedad es la protección de la propiedad.
4. El poder legislativo no tiene la capacidad de transferir el poder de promulgar leyes a persona o asamblea a la que el pueblo no haya otorgado su confianza. En el caso de que lo haga, tal transmisión no es válida.

Como el cumplimiento de las leyes exige una vigilancia constante, es necesario que haya un poder ejecutivo, que se distingue de un tercero que se llama federativo, encargado de representar a la comunidad frente a otras comunidades y ante los extranjeros, y que es el competente para decidir las alianzas, la guerra y la paz, y las transacciones internacionales. 


Todos los poderes dependen de la voluntad de los ciudadanos, lo mismo que el legislativo. Locke es partidario de la separación de poderes. Así distingue entre poder legislativo, ejecutivo y federativo. El poder federativo en la práctica suele estar unido al ejecutivo, pues es conveniente que estén coordinados para ser efectivos. En las sociedades actuales se distinguen el poder ejecutivo, el legislativo y el judicial. Montesquieu estableció esta separación de poderes influido por Locke.

Es el legislativo el que decide las políticas, ya que es “el poder supremo de la república”. El poder ejecutivo se encarga de hacer cumplir las leyes establecidas por el legislativo, le esta “subordinado” y debe “rendirle cuentas”. Las relaciones entre el ejecutivo y el legislativo reflejan la controversia histórica entre el rey y el Parlamento inglés. Aunque el poder ejecutivo, tiene la misión de convocar y disolver las sesiones legislativas, no es por ello superior al poder legislativo.

No es necesario que el poder legislativo esté siempre en funciones, pero si es necesario que el poder ejecutivo lo esté. No hay siempre necesidad de nuevas leyes pero si de que estás sean ejecutadas. El poder soberano, sea cual sea la forma de gobierno por la que se rija la comunidad política, debe gobernar por medio de leyes y no por decretos o por decisiones improvisadas. La sociedad política establecerá normas fijas que permitan proteger y saber a todos cuál es su propiedad, evitando los inconvenientes del estado de naturaleza.

En relación al gobierno, el individuo debe ayudar a su mantenimiento dada la protección que recibe. Dicha ayuda se canalizará mediante la contribución, impuesto proporcional a los recursos de cada cual y previo consentimiento de la mayoría.

Locke distingue varias formas de gobierno una es la democracia. La oligarquía si el poder de dictar leyes lo tienen unos cuantos hombres seleccionados y sus sucesores. Si está en manos de un hombre, es una monarquía, que puede ser hereditaria o electiva, en este caso al morir el monarca la sociedad tiene poder para nombrar su sucesor. A partir de estas formas puede existir otras formas mixtas.

Si el poder ejecutivo se apodera del poder del Estado e impide que los legisladores se reúnan y actúen, al usar la fuerza sobre el pueblo entra en guerra con él. El pueblo tiene el derecho de recurrir a la fuerza. Cuando nos encontramos ante un gobierno abusivo, la rebelión está justificada, ya que toda tiranía obra contra la voluntad y los intereses del pueblo. Una revolución es un acto colectivo contra los abusos de un individuo que ha puesto sus propios intereses por encima de la comunidad. El principal objetivo de esta revuelta popular es recuperar el sufragio libre y el gobierno representativo.




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